demilocura

Nico

Me falta contarte que la semana pasada fui con Gilberto y Shawna a la PGJ a rendir declaración por la demanda de amenazas y violencia familiar. Gil y Shawna fueron en calidad de testigos, argumentando que el 13 de marzo, día en que tu mami dice que fui a amenazarla, frente a ti, afuera de tu casa de Acacias, ellos estaban conmigo en el café de la Avellaneda, tomando café. No es difícil de creer esta versión pues tampoco existe en mi memoria ni en la tuya, un registro de esta acción, así que es todo es un invento de tu mami que no ha dado los frutos que ella esperaba.


Ese día la fiscal le preguntó a ambos como era mi relación contigo y ellos expresaron de formas muy bellas que nos queremos mucho y que ese día les parecía que yo estaba especialmente contento pues, venía de la sesión en la que el Juez había dictado las visitas en el Centro de Convivencias.


A mi me tocó ratificar los puntos que aclaré la vez pasada por escrito. Al ver el expediente, descubrimos que tu mami anexó como 10 de las cartas que te he escrito, todas abiertas y expuestas como si fueran armas de ataque. También puso estas dos fotos…




y con todo esto, trató de disuadir al Fiscal de una supuesta locura. Fue muy precavida de seleccionar las cartitas en las que te platico mis sueños, las leímos en la PGJ y no encontramos una atisbo, siquiera de demencia o amenaza contra ti o contra tu mami. Al final, lo único que se logra ver es, a un padre que extraña a su hijo.

En este punto, podríamos iniciar una contrademanda pero mi abogado me ha sugerido no perder de vista nuestro objetivo que eres tu, tu y nadie mas que tu, así que no procederemos en contra de tu tío ni contrademandaré a tu mami por difamación, pero queda asentado en este expediente, a manera de antecedente, el mal proceder de ella y de su hermano. Dejaré que la vida les diga como deben sanar su odio contra mi.

El día siguiente de la sesión en la PGJ no podía siquiera levantarme, aun así fui a trabajar pero mi cuerpo estaba todo enojado, me dolía la cabeza y mi columna estaba adolorida. Al pasar los días, el enojo ha ido cediendo y ya me siento mejor. Hoy pude escribirte y contarte porque mi ánimo también ya mejoró. 

A. Salomón
septiembre 29, 2014

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