delaresortera





Nico


Te entregué el sábado sudado y cansado de tanto correr y patear una lata de Sprite por toda la Alameda. Cuando te recogí, me dijo tu mami que estabas sensible porque había muerto tu ranita. Tenías carita triste y pensé que tal vez no querrías salir conmigo pero bastó con cruzar la puerta del Centro de Convivencias para que la ranita se nos olvidara y tu semblante se te iluminara mientras me mostrabas una resortera y unas canicas que traías en tus bolsas del pantalón. Te dije que te tenía una, bueno, mas bien dos sorpresas esperando en algún lugar, así que guardamos la resortera y salimos por tus regalos que esperaban por ti, dos locales mas adelante.




Entramos al restaurante y te quedaste viendo a Nona sin terminar de saber quien era, ella te dijo: Hola Nico!! y te extendió los brazos. Casi te congelaste pero poco a poco los fuiste ubicando. Yeye te abrazo tan fuerte que pensé que te espantarías. Te invitamos un Sprite y dijiste que era el único que podías tomar al día, fue bonito saber que lo compartirías con nosotros. Les contamos que tenías novia, casa y cole nuevo y luego, nos dirigimos al tianguis por unos superhéroes pero en el camino se nos atravezó la Alameda y la posibilidad de aprender a usar tu resortera con la lata de Sprite. Justo antes de partir, Nona pidió tomarnos una foto. Te abracé y te acerque hacia mi, de repente senti tus labios posarse en mi mejilla. Fue casi un accidente pero sentí tus deseos de hacerlo, yo jamás hubiera intentado besarte pero al sentir tu besito, me di cuenta que hacía tiempo, yo había renunciado a demostrarte mi amor de esa forma. Me encanta sentir esos pequeños impulsos de tu parte porque haces que tenga sentido todo mi esfuerzo y mi ilusión de verte.



Ya en la Alameda, pusimos la lata en el suelo y poco a poco fuiste dominando la técnica hasta que por fin, lograste darle a la lata. De repente, te tenía en mis brazos celebrando tu hazaña y volviendo a sentir ese estremecimiento que casi no podía reconocer en mi cuerpo. Volví a sentir tus labios en mi mejilla y mi alma descansó, después de una jornada que duró catorce meses.






Nona y Yeye se sentían contentos, se les notaba en la forma en que te veían. Después de cientos de disparos y 7 aciertos, decidimos correr por dos superhéroes. Teníamos 15 minutos para ir y volver así que corrimos. Ibamos pateando la lata de Sprite y con ella llegamos al Centro de Convivencias. En el camino te despediste de Nona y Yeye. Sentí que Nona se quedo en paz, satisfecha del esfuerzo hecho.







A. Salomón

septiembre 23, 2014

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