¨Nico
Ayer soñé contigo, mi amor. Al principio no querías jugar conmigo pero al final los dos jugábamos por horas. Te abrazaba como bolita de peluche y nos dábamos mucho amor. Eso es lo que más extraño, nuestros juegos… Cuando veo a otro papá jugando con sus hijos, de verdad que los envidio. Pronto, muy pronto, volveremos a hacerlo.
Tu papi que te respira.”