Vengo ya en el avión de cuba. Hoy tomé fotos a los autos viejos porque apenas hoy comprendí que tu no me vas a entender cuando te platique de aquí.

Ayer estuvimos en Varadero, una de las playas más hermosas, donde el mar es casi una alberca, a dos horas de la Havana. Te pensé, venías a mi suaves olas y yo te tocaba. Prometí al oceano estar bien, alejarme de la tristeza y servir de guía para que ni tu ni tu mami estén así. Nadie debe estar triste y menos por mi culpa.
Ya solo quiero llegar para decirte todo lo que te he extrañado y mostrarte las miles de fotos que tomé pensando en verlas juntos. Voy decidido a arreglarlo todo, a pesar de que todo, justo ahora, se vea tan complicado.
Te pido que si alguna vez lees estas cartitas, no seas muy severo para juzgarme. He hecho las cosas desde un lugar donde no se deben hacer, no porque estén mal o bien, sino porque las he hecho de forma impulsiva y tal vez algo inmaduras.
Te lo contaré todo, seré transparente pues hay mucho que aprender de esto que yo he hecho. Por ahora te digo, que tal vez, si todo sale bien, habrá un hermano tuyo viviendo entre nosotros el próximo año.
Tu, mi amor, serás siempre mi hijo, el primero, mi maestro, el más amado y querido.
Tu Papillo
A. Salomón
27 septiembre, 2013