Que te puedo decir. La constelación sirvió de entrada para ir más tranquilo, ver las cosas como espectador y no enrolarme emocionalmente con el abogadillo rastrero o con la nueva fecha.
Me quede con ganas de decirle a tu mamá que ya deje de pelear con mentiras y levantando falsos; de pedirle una pelea digna y sin zancadillas. Me quede con ganas de verte y de entregarte tu balón de fútbol, que llevé por tercera vez al juzgado con la ilusión de entregártelo.
Voy a Planeta, tranquilo, muy agotado físicamente pero bien. Te cuento que Ale y Ari se van a Bolivia. Me da pavor perderlos. Siento que Ale me puede decir que ya no vuelve… Esas son las secuelas de esta tragedia que nos pasa. Entiendo que a ti te pueda costar trabajo pensar en tener una pareja y confiar. Espero poder algún día, sanar un poco este daño que te estamos haciendo tu mamá y yo.
A. Salomón