Otra vez la ola de cosas no me dejó escribir. Hoy te escribo con noticias malas… otra vez tu tío se manifestó…. ya me da algo de flojera estar pegando sus recados en nuestro blog pero lo hago con el propósito de dejar rastro.
La primera que lo encontró fue Ceci que por casualidad revisó en sus mensajes y se topó con esto… la pobre me habló pensando que yo no sabría de nada de esto pero se sorprendió cuando le platiqué que no era la primera, no lo podía creer. Fue hasta este domingo que platicamos ella y yo por teléfono y ya la sentí tranquila. Pensamos que tal vez habría que denunciar.
Por lo que leo, lo escribió unos días después de que pegara la placa en el árbol. Seguramente le molestó mucho lo que hice y no me extrañaría que si tiene oportunidad, lo irá a destruir… falta que de con el árbol!… jeje
Lo que es eviedente es que me lee, que no puede contener su enojo y frustración y que no es lo suficientemente valiente como para hacerlo desde un perfil real, escudándose en el anonimato y atacando a mis seres queridos…
El lunes me mandó mensaje Lulú con una foto de esta misma Tania Alegre, ella supo lo de Ceci y empezó a buscar en sus mensajes y bingo! apareció este otro mensaje…
Otra vez, si revisas el texto y la fecha, coincide con las fechas en las que liberé el video de FotodePapá… así que otra vez, el tío tomó de muy mala manera el mensaje y se lanzó contra Ale y contra Lulú. En fin, a Lulú le tuve que dar terapia más tiempo porque ella si quería responder la agresión. Le expliqué que eso es con lo que yo tengo que lidiar cada vez que hay un revés en el juzgado con tu mamá o cada vez que alguien me cuenta que tu tío ya les mandó un mensaje. Por lo que veo, yo si he aprendido a contener esa ira y con estas acciones como la de escribir o hacer video o poner placa en el árbol, transmuto ese odio.
Después de un rato, acordamos no hacer nada, dejar que la vida le enseñe a él y a nosotros que el mal solo puede devolver menos, que si agrede a alguien como lo hace él, no puede esperar nada menos que lo mismo. Solo le pido a la vida que el día que le haga pagar todo el daño, me avise para que mi alma encuentre paz.
A. Salomón