Aquí te envío el texto que escribí para Derechos Humanos
Mi nombre
es Alfredo Salomón Salazar y vivo en la calle de Arturo Ibañez 16-A en el
Barrio de la Conchita, en Coyoacán. Escribo esta carta porque desde hace dos
años me salí de mi casa e inicié un proceso de divorcio de la Sra. Nora Silvia
Lesher Ortega. Fue el 3 de julio de 2013 cuando presenté ante el Tribunal mi
solicitud de divorcio, un día después de dormir con mi hijo por última vez.
Pasó más de un año para que el juez lograra que mi ex mujer presentara a mi
hijo Nicolás Salomón Lesher en el Centro de Convivencias.
es Alfredo Salomón Salazar y vivo en la calle de Arturo Ibañez 16-A en el
Barrio de la Conchita, en Coyoacán. Escribo esta carta porque desde hace dos
años me salí de mi casa e inicié un proceso de divorcio de la Sra. Nora Silvia
Lesher Ortega. Fue el 3 de julio de 2013 cuando presenté ante el Tribunal mi
solicitud de divorcio, un día después de dormir con mi hijo por última vez.
Pasó más de un año para que el juez lograra que mi ex mujer presentara a mi
hijo Nicolás Salomón Lesher en el Centro de Convivencias.
Esta queja
que vengo a presentar el día de hoy es en contra del Juzgado 19º y del Centro
de Convivencias del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, donde se
me han asignado dos horas cada quince días para ver y convivir con mi hijo
Nicolás Salomón Lesher. Esto porque, sin sustento alguno, mi exmujer ha
sostenido la tesis de que soy adicto a las drogas. En repetidas ocasiones,
durante este proceso yo me he sometido de manera voluntaria y sin previo aviso
a exámenes toxicológicos y nunca ha aparecido un solo indicio de en mi sangre
de sustancias tóxicas o enervantes. Sin embargo, el Juez del 19º Tribunal dictó
una medida provisional que solo se aplica a personas que de verdad tienen
antecedentes penales y no a una persona como yo, con una trayectoria impecable
y honesta ante la ley. Esta medida contrasta con la declaración hecha en el
mismo juzgado por mi hijo Nicolás de si querer ver y convivir con su padre. A
partir de que se emitió esta medida provisional, la Señora Lesher solo ha
presentado a mi hijo en 9 ocasiones, de las cuales, Nicolás solo ha aceptado
salir conmigo 6. Es evidente como mi hijo ha sido alienado por la familia de la
Sra. Lesher, es evidente que ha evadido a toda costa estos encuentros en el Centro de Convivencias
y es evidente también, que no ha probado una sola de sus acusaciones en mi
contra. Sin embargo, hasta el día de hoy, el Juez no ha logrado siquiera
hacerle efectiva la primera multa, emitida el año pasado.
que vengo a presentar el día de hoy es en contra del Juzgado 19º y del Centro
de Convivencias del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, donde se
me han asignado dos horas cada quince días para ver y convivir con mi hijo
Nicolás Salomón Lesher. Esto porque, sin sustento alguno, mi exmujer ha
sostenido la tesis de que soy adicto a las drogas. En repetidas ocasiones,
durante este proceso yo me he sometido de manera voluntaria y sin previo aviso
a exámenes toxicológicos y nunca ha aparecido un solo indicio de en mi sangre
de sustancias tóxicas o enervantes. Sin embargo, el Juez del 19º Tribunal dictó
una medida provisional que solo se aplica a personas que de verdad tienen
antecedentes penales y no a una persona como yo, con una trayectoria impecable
y honesta ante la ley. Esta medida contrasta con la declaración hecha en el
mismo juzgado por mi hijo Nicolás de si querer ver y convivir con su padre. A
partir de que se emitió esta medida provisional, la Señora Lesher solo ha
presentado a mi hijo en 9 ocasiones, de las cuales, Nicolás solo ha aceptado
salir conmigo 6. Es evidente como mi hijo ha sido alienado por la familia de la
Sra. Lesher, es evidente que ha evadido a toda costa estos encuentros en el Centro de Convivencias
y es evidente también, que no ha probado una sola de sus acusaciones en mi
contra. Sin embargo, hasta el día de hoy, el Juez no ha logrado siquiera
hacerle efectiva la primera multa, emitida el año pasado.
Sobre el
Centro de Convivencias, me permito narrar que el día 24 de enero del año en
curso, me presenté puntualmente a ver a mi hijo Nicolás, ese día me atendió el
Sr. Arturo Cuevas Rico quien se mostró con muy poca disposición a dialogar con
mi persona y muy comprometido a defender, a toda costa, a la madre de mi hijo.
El señor se sentó junto a mi ex esposa, en una actitud de protección,
obstruyendo el contacto con mi hijo, por lo que yo tuve que sentarme en el piso,
mientras el señor, cómodamente, realizaba su entrevista sin la menor
sensibilidad ni capacidad para manejar esta situación. Durante el transcurso de
la entrevista, Nicolás respondió “No puedo responder a esa pregunta” lo que me
pareció una respuesta que no corresponde a su edad y pedí al servidor público
que pusiera esa respuesta en su minuta pues esa era una prueba contundente del
grado de alienación al que tienen sometido a mi hijo. En un arranque de
negligencia, el señor se negó a tomar en cuenta mi anotación, argumentando que
él solamente pondría lo que considerara importante y no lo que yo quisiera. Por
último, le pedí educadamente que le pidiera a la mamá de mi hijo que nos
ayudara a convencerlo de salir pero el señor, mostrando una actitud poco
tolerante y casi agresiva a mi condición de padre, me dijo que “ese no era
asunto de ella” y que no la iba a obligarla a hacer eso.
Centro de Convivencias, me permito narrar que el día 24 de enero del año en
curso, me presenté puntualmente a ver a mi hijo Nicolás, ese día me atendió el
Sr. Arturo Cuevas Rico quien se mostró con muy poca disposición a dialogar con
mi persona y muy comprometido a defender, a toda costa, a la madre de mi hijo.
El señor se sentó junto a mi ex esposa, en una actitud de protección,
obstruyendo el contacto con mi hijo, por lo que yo tuve que sentarme en el piso,
mientras el señor, cómodamente, realizaba su entrevista sin la menor
sensibilidad ni capacidad para manejar esta situación. Durante el transcurso de
la entrevista, Nicolás respondió “No puedo responder a esa pregunta” lo que me
pareció una respuesta que no corresponde a su edad y pedí al servidor público
que pusiera esa respuesta en su minuta pues esa era una prueba contundente del
grado de alienación al que tienen sometido a mi hijo. En un arranque de
negligencia, el señor se negó a tomar en cuenta mi anotación, argumentando que
él solamente pondría lo que considerara importante y no lo que yo quisiera. Por
último, le pedí educadamente que le pidiera a la mamá de mi hijo que nos
ayudara a convencerlo de salir pero el señor, mostrando una actitud poco
tolerante y casi agresiva a mi condición de padre, me dijo que “ese no era
asunto de ella” y que no la iba a obligarla a hacer eso.
Molesto,
saqué mi cámara de video y empecé a grabar. El Sr. Cuevas salió huyendo y yo
detrás de él, pidiéndole que se identificara, a lo que se negó repetidas veces.
Sin respetar el reglamento, le permitió a mi ex-esposa que se retirara, 10
minutos antes de que se cumpliera el plazo que tengo para dialogar con mi hijo.
El señor no pudo controlar la situación, se puso nervioso y solo pudo resolver
la situación pidiendo que alguien llamara a seguridad, como si yo fuera un reo
y estuviéramos en el reclusorio. Yo pedí que llamaran a la directora del Centro
de Convivencias a quien le expliqué con lujo de detalle la serie de
irregularidades, el trato despectivo hacia mi persona por parte del Sr. Cuevas
y de mi hartazgo con la actitud incompetente del personal del Centro.
saqué mi cámara de video y empecé a grabar. El Sr. Cuevas salió huyendo y yo
detrás de él, pidiéndole que se identificara, a lo que se negó repetidas veces.
Sin respetar el reglamento, le permitió a mi ex-esposa que se retirara, 10
minutos antes de que se cumpliera el plazo que tengo para dialogar con mi hijo.
El señor no pudo controlar la situación, se puso nervioso y solo pudo resolver
la situación pidiendo que alguien llamara a seguridad, como si yo fuera un reo
y estuviéramos en el reclusorio. Yo pedí que llamaran a la directora del Centro
de Convivencias a quien le expliqué con lujo de detalle la serie de
irregularidades, el trato despectivo hacia mi persona por parte del Sr. Cuevas
y de mi hartazgo con la actitud incompetente del personal del Centro.
Ya había
tenido una plática con esta señora en noviembre de 2014, pues la gente del CC
no cumplían con las reglas y cuando salía con mi hijo, la madre obstruía a toda
costa que yo lo hiciera de la mano de él. En la sesión del 1º de Noviembre, se
habían negado a ayudarme cuando, al salir del CC de mano de su mamá, mi hijo ya
no sabía como despedirse de ella y empezó a llorar. No solo incurrieron en la
falta de dejar salir a mi hijo de la mano de su madre sino que además se
negaron a ayudarme, argumentando que estaba afuera del Centro de Convivencias y
solo podrían ayudarme dos horas después, cuando entregara a mi hijo.
tenido una plática con esta señora en noviembre de 2014, pues la gente del CC
no cumplían con las reglas y cuando salía con mi hijo, la madre obstruía a toda
costa que yo lo hiciera de la mano de él. En la sesión del 1º de Noviembre, se
habían negado a ayudarme cuando, al salir del CC de mano de su mamá, mi hijo ya
no sabía como despedirse de ella y empezó a llorar. No solo incurrieron en la
falta de dejar salir a mi hijo de la mano de su madre sino que además se
negaron a ayudarme, argumentando que estaba afuera del Centro de Convivencias y
solo podrían ayudarme dos horas después, cuando entregara a mi hijo.
A partir
del incidente del video, los reportes, que se limitaban a una frase o dos, se
convirtieron en un texto de casi 2 cuartillas en las que narraron cada detalle,
e incluso citan la frase que dijo mi hijo y que el Sr. Cuevas había dicho que
no pensaba que fuera importante.
del incidente del video, los reportes, que se limitaban a una frase o dos, se
convirtieron en un texto de casi 2 cuartillas en las que narraron cada detalle,
e incluso citan la frase que dijo mi hijo y que el Sr. Cuevas había dicho que
no pensaba que fuera importante.
Por
último, hace unos días, el juez suspendió las visitas provisionales con mi hijo
porque el Centro de Convivencias se indignó porque encontró el video que yo
grabé en la sesión del 24 de enero en la red. Atentando contra mi derecho a
grabar y hacer público el comportamiento errático y amañado de estos servidores
públicos, el Centro de Convivencias, lejos de estar obrando en favor de la sana
convivencia entre padres e hijos, se ha convertido en la parte acusadora ante
un evento que nada tiene que ver con el vínculo entre mi hijo y yo. Por si
fuera poco, el Juez suspendió las visitas sin darnos aviso ni oportunidad para
la defensa. Es evidente que la molestia que les causa el verse expuestos en las
redes sociales se ha convertido en razón suficiente para interrumpir el vínculo
con mi hijo.
último, hace unos días, el juez suspendió las visitas provisionales con mi hijo
porque el Centro de Convivencias se indignó porque encontró el video que yo
grabé en la sesión del 24 de enero en la red. Atentando contra mi derecho a
grabar y hacer público el comportamiento errático y amañado de estos servidores
públicos, el Centro de Convivencias, lejos de estar obrando en favor de la sana
convivencia entre padres e hijos, se ha convertido en la parte acusadora ante
un evento que nada tiene que ver con el vínculo entre mi hijo y yo. Por si
fuera poco, el Juez suspendió las visitas sin darnos aviso ni oportunidad para
la defensa. Es evidente que la molestia que les causa el verse expuestos en las
redes sociales se ha convertido en razón suficiente para interrumpir el vínculo
con mi hijo.
Por
último, considero que el personal del Centro carece de las capacidades mínimas
para poder manejar estas delicadas situaciones y lejos de tener una postura
imparcial, el trato hacia los padres que asistimos en busca de un espacio de
convivencia, se convierte en un campo de batalla.
último, considero que el personal del Centro carece de las capacidades mínimas
para poder manejar estas delicadas situaciones y lejos de tener una postura
imparcial, el trato hacia los padres que asistimos en busca de un espacio de
convivencia, se convierte en un campo de batalla.
Me parece
evidente que mi derecho a convivir sanamente con mi hijo ha sido afectado por
el comportamiento inadecuado del Juez y del Sr. Cuevas. Pido de la manera más
atenta sea tomado mi caso como un flagrante abuso de autoridad, violencia de
género y negligencia.
evidente que mi derecho a convivir sanamente con mi hijo ha sido afectado por
el comportamiento inadecuado del Juez y del Sr. Cuevas. Pido de la manera más
atenta sea tomado mi caso como un flagrante abuso de autoridad, violencia de
género y negligencia.
Atentamente
A. Salomón
abril 15, 2015