Nico
Esta es la primera versión de la carta a la directora de Derechos Humanos del tribunal, la va a corregir Isabel y con ella me imagino que podré solicitar una cita… ya te cuento en que para esto… Te mando un beso y espero que estés bien y listo para tu siguiente sesión de terapia del próximo jueves. Como te podrás dar cuenta, ya solo tengo tiempo los fines de semana… El próximo fin iremos a Puebla, así que seguro no podré escribir pero seguro que antes me doy un tiempo porque siento que van a pasar cosas esta semana… juju… eso quisiera!
que sea una gran semana Nico!
No dejes de pensar en mi!!!
que sea una gran semana Nico!
No dejes de pensar en mi!!!
CDMX a 2 de septiembre, 2017
Mtra. Ma. Elena Lugo
Derechos Humanos del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.
Escribo a usted con la esperanza de que mis palabras no queden archivadas en algún armario del tribunal. Mi caso le debe sonar muy similar a otros cientos que seguramente han llegado a sus manos suplicando atención y es que esto que me sucede se repite cada vez con más frecuencia y mayor magnitud. Llevo 4 años separado de mi hijo, tres de ellos sin saber nada de él, atado de manos y pies por un sistema legal que solo ha convertido mi divorcio en un abismo insalvable entre él y yo.
Mi historia empieza en julio de 2013 cuando presento mi solicitud de divorcio en los tribunales y decido salirme de casa en medio de mucha tensión con mi ex-pareja. Antes de salir de ahí, todas las tardes jugaba con mi hijo y no dudaba un segundo en que seguiría conviviendo con él, sin embargo, no contaba que en menos de 4 meses, mi ex pareja me convertiría en un adicto que se quiere robar a su propio hijo y que la acosa. Esas fueron las denuncias falsas que nunca procedieron y que me ha tomado casi 4 años hacer ver que solo son mentiras y dichos de la madre que nunca ha podido probar. El resultado, una medida cautelar -que le tomó al juez casi un año dictar- en la que únicamente podría convivir con él en el Centro de Convivencias, 2 horas cada quince días.
Como era de esperarse, la madre se negó a presentarlo; tras casi 5 meses de escritos y multas que nunca le hicieron efectivas, por fin un día apareció uno de esos sábados, de la mano de mi hijo, ante la amenaza del juez de retirarle la custodia del pequeño si no lo presentaba.
En el año de 2014 disfrutamos 10 sesiones juntos hasta que un día empezó a comportarse raro, ya no quería salir a jugar y recitaba una serie de argumentos que no correspondían a los 7 años que entonces tenía. Cansado de que no se reportara correctamente en actas las actitudes claramente manipuladas de mi hijo, un día saqué una cámara de video para denunciar las irregularidades con que operaban los trabajadores sociales en el Centro de Convivencias… al mes el juez suspendió las visitas por presión del trabajador social que aparecía en el video que compartí en redes.
Desde luego que apelamos la decisión del juez y éste ordenó se restablecieran con la condición de que los tres asistiéramos a terapia en el Tribunal. Cuatro meses después yo había concluído mi proceso terapéutico pero me tomó un año que la madre asistiera y apenas en estos días logré que presente a mi hijo a sus 14 terapias en Río de la Plata.
En estos cuatro años de no convivir ya somos unos extraños. La última vez que lo vi tenía 7 años y ahora debe tener casi 10. Los primeros años estuvo secuestrado en la guardería y kinder que dirige su madre y ahora la escuela primaria a la que asiste se niega a dar información sobre él. Se ha afectado el vínculo sagrado y todo por una falta administrativa que -además- ya ha desaparecido del reglamento del Centro de Convivencias.
No me atrevería a escribir esta carta si no tuviera un proceso impecable en el a todas luces se violan los derechos más elementales de Nicolás. Soy un padre que ha asistido a talleres en el Tribunal, que toma terapia particular, que esta al día con las pensiones y que ha volcado su vida en restablecer este vínculo sagrado con su hijo.
Me dirijo a usted con la más elemental de las peticiones, la de reinstaurar las visitas y convivencias con mi hijo, que han quedado condicionadas al actuar de mi contraparte que, en estos 4 años de litigio ha probado que su único interés es el de obstaculizar e impedir cualquier contacto con mi hijo. Estoy abierto a una cita para exponer con mayor detalle mi caso y tratar de encontrar una salida a este doloroso episodio de la vida de mi hijo y mía. Me permito anexar el número de expediente para cualquier consulta: EXP 1375/2013. Juzgado 21 de lo Familiar. Juez: Mtra. Susana Trujano Castilla.
Sin más por el momento quedo atento
Alfredo Salomón Salzar
5513969709
A. Salomón
A. Salomón
septiembre 03, 2017