Nico
Sucedio. Te pude ver a centimetros de mi y tu mirada y la mía siempre estuvieron unidas. Vi a tu mamá, estaba Ale y Ari, estaba mi papa. Vi la escena completa desde afuera. Junto a mi estaba un ser de luz que construyo el momento con unas cuantas pinceladas. Vi como tu y tu hermano Ari se tomaban de las manos y se abrazaban, te vi huir de tu madre quien te asediaba para que no te acercaras a mi. Vi la distancia que todo el tiempo trate de acortar y que luego se abrio como abismo entre tu mami y el resto de los implicados. Vi a una Ale amorosa, tratando de despertarme de ese sueño de 14 años, la vi con los brazos abiertos cuando te miro a los ojos. Fue como si en un segundo, toda esta lucha se convirtiera en una estampa del triunfo del amor.
Así se sintió mi primera constelacion familiar. Estuvo presente Ceci, Lulú y Daniel. Ellos no me dejaran mentir que fue uno de los momentos más esperanzadores de los últimos dos años. Te sentí presente todo el tiempo, al igual que a tu mamá. Sentí mi amor y mi enojo. Pude ver, más allá del marco legal lo que tu mami esta dispuesta a hacer, pero también sentí la fuerza de atracción de nuestras almas. Era un modelo dinámico que nunca dejo de moverse y de generar significado.
Como por arte de magia, se disolvieron muchos miedos. Ahora tengo la certeza de que estamos acortando distancias, que nos volveremos a encontrar, que Ari, Ale y tú se van a querer, que tu mami no va a poder impedir que triunfe el amor y que todo este trabajo energético va a dar frutos. Aprendí a no dudar de la energía, a recuperar algo de la confianza y esperanza que he perdido a lo largo de estos dos años en mi y en mi proceso. Me siento tranquilo de verte abrazado a mi nueva familia, integrado como un miembro más, sin celos ni desencuentros.
Tu papá que te respira…
A. Salomón
septiembre 22, 2015