delasdoshorasatulado

Aquí estoy de nuevo, pensando como loco en esas dos horas que pasaremos juntos este sábado. Mi vida se define por estos lapsos de tiempo, todo se hace en torno a los quince días que le toma al mundo volverme a ti. Eres mi equinoccio, ese día tan esperado, cuando el universo se pone en equilibrio.


El fin de semana pasado, estuvimos en Puebla con mi familia. Hemos pensado que te podemos dar una sorpresa uno de estos sábados que me toque verte. Como te sentirías de ver aparecer a toda mi familia en el Centro de Convivncia? Será demasiado? Te sentirías abrumado? Feliz de recordar esa parte de tu vida que ha quedado detrás del muro de mi ausencia? De entrada, Victor ha prometido venir este sábado a verte. La vez pasada me preguntaste por él, que si aun lo veía.


Sabes, he estado pensando en escribirle a tu mamá en un tono de conciliación. De verdad es muy triste no atreverme a hablarle cuando estoy frente a ella. Seguro que aun no ha llegado el tiempo en que podamos sentarnos a hablar como amigos pero debo vencer ese miedo a que encuentre nuevas formas de alejarme de ti. Yo también tengo sentimientos encontrados y por momento siento rabia por lo que ha sido capaz de hacer pero, también empiezo a ver nuestra relación con la distancia necesaria y veo que fue buena, seguro que hubo cosas que no funcionaron, pero también otras muchas que si, que fue una etapa de mi vida tranquila y si puedo decir que fue feliz, muy feliz.


Hoy ya me he empezado a sentir ansioso de verte. Me preocupa no saber que hacer, dejar que se vayan nuestras dos horas sin que logre hacer que algo suceda entre nosotros que no puedas olvidar en toda la semana, que dure toda una vida, sería lo máximo. Estoy pensando en llevar los guantes de beis bol o un carrito de armar o tal vez ir al cine esta vez.


A. Salomón
agosto 19, 2014

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *