Hola Nico

Nuestra cita del sábado fue muy divertida. Me encanto inventar las 4 pistas para que fueras descubriendo tus regalos. Vi que lo disfrutaste mucho y yo ni se diga. Al final, después de jugar una hora, ir a Bellas Artes, hablar con Caperucita Roja, abrir 3 sobres y visitar el Museo de Arte Popular, hubo un momento muy bello en que reímos cansados, mientras aprendías a jugar con un cochecito impulsado por aire.
La segunda parte del día estuvo extraña pues tu querías ir por unos superhéroes al tianguis, lo que me pareció muy buena idea. Compramos 2 y yo pensé que quedarías satisfecho pero luego me pediste que te comprara otro más pero yo sentí que ya era demasiado, así que, tontamente dije que ya no tenía dinero. Me dijiste, pues vamos al cajero y yo respondí que ya no nos daba tiempo. Si daba tiempo pero era mi forma de poner límite a esta costumbre de dártelo todo. Creí que había logrado mi objetivo pero el regreso al Centro de Convivencias se tornó, en un reclamo, en el que me explicabas que, si yo no te había querido comprar el juguete, mamá lo haría, me pediste un mapa para que ella te pudiera llevar en cuanto te entregara; en cuanto llegaste con mamá, en vez de contarle todo lo que habíamos hecho, le pediste que te llevara a comprar el hombre Araña Dorado porque …. a papá se le acabo el dinero!!! Pufff… Quedé en la lona.
Me quedé pensando mucho donde debo fijar esos límites contigo. Nunca te veo y no debería escatimar pero también es importante ponerle un límite a las cosas materiales pues las tienes todas con mamá. No se si esas lecciones las deba dar y quedar como el malo o el pobre o el miserable… Tal vez debería solo ser el papá espléndido y magnánimo que te concede todos tus deseos.. o ese papá que te enseña a valorar los esfuerzos que implican las cosas y el vacío que se hace adentro de uno cuando todo lo tienes.
Como modular mis posturas ante un hijo que solo ves dos horas cada 360 horas transcurridas? Que tipo de papá puedo ser en un rango tan pequeño de acción?
A. Salomón
septiembre 09, 2014