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Esta nota salió hoy en el Excelsior…
Por si se pierde el link, aquí copio el contenido del artículo…


A. Salomón

 enero 17, 2016

Niños felices, ¿especie en extinción?

Viejo, mi querido viejo

Niños felices, ¿especie en extinción?

En todo el mundo hay personas que se preocupan por los daños que los humanos hacemos al planeta; hay quienes quieren proteger a los leones, los rinocerontes, las jirafas, los elefantes, las focas, los delfines, las tortugas y hasta los tucanes y otros animales tropicales y, por supuesto, hay numerosos grupos que protegen la vida y salud de los perros y los gatos.

17 de Enero de 2016
Hay quien trabaja por la conservación de los bosques, por la preservación de los ríos y lagos o están interesados en la protección de los monumentos y sitios arqueológicos; el reciente Foro Mundial sobre el Clima evidenció que numerosas organizaciones tienen objetivos muy precisos para lograr un mundo mejor.
Pero ahora quiero hablar de una especie en extinción: los niños felices; y lo digo así porque nosotros, que ahora somos viejos, fuimos niños felices, no nos dábamos cuenta de la bendición que significaba tener un hogar modesto pero estable —éramos de la llamada “clase media”—, la vida era tranquila, comida sencilla pero sabrosa, charla en la mesa, libros para conocer el mundo, días de campo en Chapultepec o en algún lugar cerca de la ciudad; canicas, balero, trompo, futbol hasta que se oscureciera la calle, despreocupación y alegría de vivir. No tuvimos ni eran necesarios televisión o computadoras, teléfonos celulares o videojuegos, vivimos una infancia alegre en un hogar común y corriente.
Pero la noción de “hogar común y corriente” cambió, porque los matrimonios no duran y eso afecta profundamente a los hijos.
En la página www.nosdivorciamos.com, se señala que el promedio de duración del matrimonio actual es de siete años y el 50% termina en divorcio; de ellos, el 75% se vuelve a casar, por lo que la mitad de los niños menores de 13 años vive con uno solo de sus padres, o sea que el concepto de hogar está poco menos que desaparecido.
Porque el hijo de una pareja que se divorcia tiene en la mente, sin importar la edad, el sueño de que sus padres se vuelvan a reunir; el hijo de una pareja que se divorcia ama por igual al papá y la mamá y no quiere que les ocurra nada que ponga en peligro su salud o su bienestar, pero ahora, con creciente frecuencia, el hijo de una pareja que se divorcia es utilizado como  arma mortal que un padre lanza contra el otro, y tras la separación, el padre o la madre hacen todo lo posible por alejar física pero sobre todo moralmente al niño de su otro padre.
Esto constituye una gravísima violación a los derechos humanos del niño, que está indefenso frente a las afirmaciones y acusaciones que hace uno de los divorciados en contra del otro; víctima de este nefasto “acoso parental”, el  niño sufre, no sabe qué hacer, no sabe a quién darle la razón, no sabe cómo actuar frente al otro padre y no entiende por qué recibe ese trato brutal de quien en principio debería proteger su salud y su vida.
Las consecuencias de esa situación son muy graves, porque esa inestabilidad emocional puede ser el principio de un carácter negativo frente a la vida y a las relaciones humanas; el niño que crece sin el amor de los padres vive desconcertado de influencias opuestas de los padres, y por eso ya no es feliz.
En México no hay cifras exactas, pero se sabe que el 41% de los hijos de padres separados es temeroso, agresivo, tiene baja autoestima y presenta problemas en la escuela, no es feliz, y esto se debe a que uno de los padres, enojado o despechado, vuelca su odio hacia el excónyuge a través del hijo, el acoso parental y la alienación parental existen, y son frecuentes el  secuestro de los hijos, prohibiciones para verlos, chantajes, etcétera, y eso requiere atención de las autoridades.
¿Qué hace el DIF?, ¿qué hace la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH)?, ¿qué hace la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred)?, lo ignoro; es posible que se hayan realizado ya algunas acciones para proteger a los niños de la alienación parental, pero lamentablemente tengo información que en la Comisión de Derechos Humanos del DF cuando un grupo de padres fue a solicitar ayuda y apoyo, una señora feminista, Perla Gómez, interpuso un amparo contra la Ley de Alienación Parental porque la consideró anticonstitucional y machista, ignorando la realidad en que viven esos niños.
¿Tendrá que llegar el asunto hasta la Suprema Corte de Justicia?, ¿podrá dar resultado el peregrinar de los padres privados injustamente de sus hijos?
El niño debe vivir feliz, tiene todo el derecho a serlo, el grupo de trabajo Niños con MaPa, que tiene una página en Facebook, es un intento para hacer conciencia de la severidad del problema, pero se requiere mucho más apoyo.
Los animales, los árboles, los ríos y los mares merecen protección, los niños felices también, porque pueden llegar a ser una especie en extinción.

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