Nico
Me tardé en escribir porque Bolivia estuvo intensísimo. Desde el momento en que salimos el 9 de agosto, no hubo un solo momento de tranquilidad. Llegamos y la mamá de Ale presentó su tesis de maestría y con esto empezaron los festejos. Luego vino el baby shower de Andrea, la nueva pareja de Luis, el hermano de Ale. Luego, el gran evento… la boda de Arturo!!!
Esos días estabamos apenas reponiéndonos de las casi 24 horas de viaje que implica llegar a Cochabamba, así que todo estuvo como extraño. Me he dado cuenta que estas situaciones sociales me afectan mucho y esta en especial porque me recordaba en todo momento mi boda con tu mamá.
En fin, pasó esos días acalorados, llenos de abrazos y pastelitos azucarados y luego todo se normalizó, incluído el Arí que tomó la casa de los papás de Ale como campo de investigación. Desde la alberca, la cochera, la cocina y las escaleras, todo era un gran pretexto para probar el lugar.
Se sentía el cariño por todas partes y yo como siempre, escéptico pidiendo más… como sea, me platicaron que era la fiesta de la Virgen de Urcupiña que es una virgencita muy milagrosa y me platicaron que la madrugada del martes la gente caminaba 16 kilómetros para verla y pedirle un milagro. Así que me decidí y dije que quería ir. El martes ya estaba ahí, a las 5am en una carretera que une a Cochabamba con Quillacollo, solito porque todos caminaron desde la 1am. Fue un camino duro y lleno de miedos a perderme, a ser vandalizado o a ser mordido por un perro… jeje… esos eran mis miedos pero en realidad todo estuvo muy tranquilo. Aquí te dejo un audio que grabé en el kilómetro 6.5
Un día antes, habíamos ido a ver la Entrada de la Virgen, que es un desfile de lo más exótico, en el que la gente llega de Quillacollo hasta el Calvario, donde esta la Virgen pero lo hacen bailando!!! Me pasé una hora grabando niños, jóvenes y adultos que bailaban con ojos desorbitados de cansancio, alcohol o no se que… Esa noche caminamos entre tumultos de gente, que quería entrar, salir, vender o comerse algo en este lugar. Era tan abigarrado todo que la mente por momentos no terminaba de registrar lo que ahí sucedía.
Así fueron los últimos 4 kilómetros de mi viaje a Urcupiña, y en especial, la parte de arriba del cerro, donde se manifestaba una cultura que me pareció de lo más extraña, casi alienígena que bailaba, se reía, golpeaba la piedra con mazos hasta romperla, que la chayaban (vertían cerveza sobre ella) y detonaban miles de cuetes en su nombre. Estoy haciendo un videito con todas esas experiencias para ti y para Arí, pero te cuento que le pedí a la Virgencita -que por lo que me contó la mamá de Ale, es también el cerro donde los Incas, antes de que les impusieran la cultura católica, veneraban a la Pachamama, que corresponde con Tonantzin en nuestra cultura- que cuidara de tu corazón. Le dije que de volver a ti me encargaba yo pero que le pedía que cuidara que tu corazón no dejara de ser luminoso.
Ese día volví hecho pedazos pero Ale me dio a beber 3 Gatorades y unas sales de Magnesio y en la tarde estaba con Arí, Lu y Ale viendo PETS en el cine… jeje. Al día siguiente me manda Fernando un documento que ingresó para que el juez autorice que se reanuden las convivencias. Que efectiva es la Pachamama no?
De Urcupiña me volví con tu corazón de piedra Luna porque no me animé a dejarlo y con 5 piedras, una para Arí, otra para ti, otra para Alita y una más, la más grandota para que mis papás la devuelvan el próximo año.
El penúltimo día fuimos al CountryClub a nadar en la piscina y el último día estuvimos de compras como loquitos para traernos Cocoa para mis Nutelas, Tenis para los tres, y un edredón de plumas de ganso para Ale. También hay un regalo para ti esperando el momento correcto para dártelo.
Todas estas fotos ilustran estos momentos pero en el video estará con más precisión el viaje a la Pachamama.!
Te mando mi amor
tu papá que te ama y te respira…
A. Salomón
agosto 22, 2016